Va de cigüeñas

Tienen un vuelo lento y majestuoso, como su andar, su plumaje blanco en el cuerpo y negro en las alas les aporta un toque de distinción, sin mencionar la arraigada tradición europea que consiste en la buena suerte que da verlas. Hay incluso quien instala grandes plataformas en los tejados de sus casas para que estas aves aniden allí.
Son familia directa de la garza, la grulla y el ibis y por el momento no están amenazadas pues su población es muy numerosa. En España se encuentra la mayor población de toda Europa, no obstante su hermana la cigüeña negra no tiene tanta fortuna y se mantiene en una situación muy delicada.
¿A quien no le gusta ver a una pareja de cigüeñas en su enorme nido coronando el campanario de la iglesia de su pueblo?, son muchos los recintos de culto de nuestra comarca que están adornados por ese entramado de ramas, plásticos y desechos. Si señores así es, las cigüeñas toman de los vertederos trozos de plástico y otros residuos para, por ejemplo, acomodar el interior del nido para los futuros polluelos. Claro que aquí no acaba esto, las cigüeñas que rebuscan en los vertederos confunden muchos de los objetos que encuentran con lombrices, etc, confiadas se lo dan de comer a los cigüeñinos que mueren asfixiados al tratar de tragarse un plástico o similar. Los pollos son los que más riesgos corren con los desperdicios no orgánicos que se producen hoy en día, algo tan inofensivo como una cuerda que introduzca la cigüeña en el interior del nido puede ser mortal para el polluelo, al enrollársele en las patas termina por serle imposible moverse y morirá sin remedio al no poder alimentarse.

Un 30% de las cigüeñas que habitan en nuestro país ya no emigran, y otro tanto vuelven a nuestros tejados cada vez más pronto. Y es que, no hay nada como un buen vertedero municipal pensarán las cigüeñas, que se encuentran, cuando visitan estos lugares degradados, con un verdadero supermercado. Un “hiper” en el que también se venden productos mortales como hemos visto ya. Se han construido más de 5000 nidos prefabricados a lo largo y ancho de nuestra geografía, en nuestros municipios podemos ver algunos, pero de nada sirve esto si no se garantizan unas condiciones naturales de supervivencia, que irían desde la planificación de acciones que eliminen las muertes por electrocución de estas aves, pero sobre todo a que su alimentación y construcción de nidos sea como ha sido siempre, natural. El que escribe esta crónica detectó la semana pasada a una cigüeña que llevaba en el pico un plástico camino de su nido, ¿dan suerte las cigüeñas muertas?.
Crónica Ecológica, Nuestras cigüeñas
Por: J. G. Muñoz Experto en derecho medioambiental
El Telegrafo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *