Hoy he tenido conocimiento de la sentencia, que ha recaído sobre el pleito existente, por el despido del anterior Jefe de Obras de nuestro Ayuntamiento y dicha sentencia ha sido contra el Ayuntamiento, dando la razón al trabajador, y, parece ser, obligando a su reintegro a su anterior trabajo. Debo suponer que se obliga al Ayuntamiento a pagar los salarios de tramitación.
Visto desde cualquier perspectiva, esta sentencia deja a la actual Corporación Municipal, en mal lugar. Si la sentencia es justa, y anula el despido, porque es procedente ciertamente, es, o porque no había razones para el despido, o no suficientes, y entran las consideraciones de carácter político/familiar, o cualesquiera otras, que no justificaban esta actuación. Mal para la Corporación.
Si existían razones objetivas, para el despido, fueren las que fueren, es dable pensar que se habrían adoptado todas las medidas cautelares y legales pertinentes, abriendo los expedientes oportunos, y recabando todas las pruebas pertinentes, para basar la justificación del despido, de una forma indubitable, porque es cierto que los jueces de lo laboral, siempre, adoptan una actitud tuitiva, de protección al trabajador, pero, no es menos cierto que si hay hechos punibles, demostrables, los jueces sentencian en la dirección adecuada, la de la entidad despedidora. Si esto es lo que ha ocurrido, que se ha despedido, sin pruebas, o incompletas y el juez ha sentenciado en contra, por esta razón, dice muy poco del rigor y la profesionalidad de nuestra Corporación. Ergo, mal para nuestros ediles, hay que suponer que pensaron en las consecuencias de perder este pleito.
- desde el punto de vista económico, se ha añadido al Ayuntamiento una carga, por los costes derivados del pago de los salarios de tramitación, que, supongo, no serán una broma, y, en especial, presuponiendo no sobra liquidez en la tesorería del Ayuntamiento.
- Desde el punto de vista de la imagen, la sensación de superficialidad, y carencia de profundidad, que se traslada a la población, de los ediles que están al frente del Ayuntamiento.
- En relacion al partido de la oposición, por «ponerles fácil» el argumento de que dicho despido se hizo por las relaciones de familia del trabajador, con la anterior alcaldesa.
- Desde el punto de vista laboral, la complicada situación , que provoca la readmisión en el anterior puesto de trabajo. Y si no se le readmite, los importantes costes implícitos. Y, si se le readmite en otro puesto, sea el que sea, pensando en mobbing, o no, también conflictivo.
Como vemos, en todos estos puntos, ninguno positivo, mal de nuevo para la corporación
Y, lo lamentable, es que no hay ningún resquicio, para pensar en que se ha hecho bien
Espero, por el bien del municipio, que, en el futuro, las decisiones se tomen con el mayor rigor y profesionalidad.
Hacia atrás, no parece que haya sido siempre así. Gobernar no es reunirse; es adoptar las decisiones oportunas, para llegar a un objetivo, administrando los recursos y organizando adecuadamente al personal.
¿Cual es el plan?
¿Y los objetivos?
¿Se ha cumplido alguno?
¡Ya ha pasado mas de año y medio!
Raul Antequera