Próximo al día grande de España, Santiago, su patrón y en este año tan especial donde tantos miles de «gentes» harán el Camino; sólo unos momentos os pido, deis lectura de este cuento.

En un lejano reino pusieron este anuncio: -Se necesita príncipe. Todos los interesados acudan mañana al Palacio Real. Fueron muchos los que se presentaron aquel día. Después de ver uno por uno a todos los candidatos, eligieron a dos. Eran los únicos que reunían las mejores cualidades para ser príncipes. Pero había que elegir sólo a uno. Estuvieron mucho tiempo tratando de ver quién de los dos sería el mejor, pero nadie se ponía de acuerdo. El rey tuvo que intervenir y decidirse por uno de ellos. Mandó que los trajeran a su presencia y les dijo lo siguiente: -Aquél que llegue primero a la ciudad más pequeña de mi reino será el príncipe. Esta ciudad estaba en el lugar más apartado del reino. Hacían falta muchos días para llegar hasta ella. Los dos candidatos se pusieron en marcha. Uno de ellos comenzó a caminar tan aprisa que dejó muy atrás al otro. Por el camino unos ladrones habían robado y golpeado a un hombre, dejándole medio muerto en el suelo. Al pasar por allí el que iba primero no le ayudó en nada y siguió su camino. Cuando llegó el segundo, se paró y lo socorrió. Lo cargó sobre sus hombros y lo llevó hasta un pueblo cercano, donde había un médico. Luego continuó su camino. Más adelante, un niño andaba perdido por el bosque. No dejaba de llorar y llorar. El primero no le hizo caso. El segundo, que ya iba muy retrasado, se detuvo para ver qué le pasaba. Se quedó con él y estuvo un día entero buscando a sus padres. Cuando los encontró, continuó el camino. Pero había perdido tanto tiempo, que era imposible que llegara el primero. Y así fue. Cuando llegó a la ciudad más pequeña del reino, el primero ya estaba celebrando su triunfo. El sería el príncipe. Cuando llegó el rey para nombrar príncipe al vencedor reunió a los dos y les dijo: -Al venir hacia aquí pasé por un pueblo donde el alcalde me contó que un desconocido le había salvado la vida. Luego, unos padres vinieron a verme para pedirme que recompensara a un desconocido que encontró a su hijo perdido. ¿Quién de vosotros hizo todo eso?. El que había llegado el último, sintiéndose descubierto, levantó la mano. Entonces el rey, con voz solemne, le nombró príncipe, diciendo: -Has demostrado tener la mejor cualidad de un príncipe: la de ayudar y servir a su pueblo por encima de todo. El que había llegado primero comenzó a protestar. Pero el rey dijo con autoridad: -El que ha llegado el último ha demostrado ser el primero en humanidad. Y tú, que has llegado el primero, has demostrado ser el último. Porque te has dejado sin hacer muchas cosas por el camino. Has buscado el poder y la honra, y no el bien de mi pueblo.