NAVIDAD

Todos los años en fechas navideñas se nos despierta un fervoroso espíritu solidario que nos anima a mejorar para ayudar a los demás.

En estos días se ha recibido con cierto interés el ansiado ingreso de la paga extraordinaria. Enseguida surge el impulso de ir a gastar, sin pensar demasiado lo que ha costado ganarlo y muchas veces se gasta en lo que no se necesita. Consumir por consumir.

Actualmente el moderno concepto de solidaridad ha desplazado a la caridad de antaño, aquella que perdura ocultamente en el tiempo sin protagonismos.

Están bien los programas solidarios, en donde las firmas comerciales aportan dinero a una causa noble, siempre que no abusen de un retorcido marketing.

Como norma de conducta, extender la mano al débil, al desarraigado, al que sufre, siempre es objeto de íntimo desprendimiento y de amor profundo. No debemos olvidar que Navidad son todos los días de nuestra existencia.

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