
Castro anuncia el fin de la prohibición de las ollas a presión en Cuba
El presidente cubano dedica cerca de dos horas a hablar de las bondades de este útil de cocina, hasta ahora vetado porque funciona con electricidad
Fidel Castro celebró el Día Internacional de la Mujer con todo un anuncio: el fin de la prohibición de la ollas de presión en Cuba. Ante cientos de mujeres que lo escucharon encantadas, el presidente cubano dedicó el martes cerca de dos horas a hablar de las bondades de las ollas, que comenzarán a venderse en el país tras estar prohibidas porque funcionan con electricidad.
En un discurso de más de cinco horas en un acto por el Día Internacional de la Mujer, Castro dijo que las ollas a presión comenzarán a venderse a precios subsidiados en una pruebas de que la energía dejará de ser un tema tan problemático como en años anteriores y de que la economía mejora.
El país de gobierno comunista cayó en una profunda crisis a comienzos de la década de 1990 con el colapso de la Unión Soviética, que lo forzó a cierta apertura económica, pero desde hace dos años está recentralizando de nuevo la economía. «Comenzaremos a repartir 100.000 ollas de presión mensuales, buenas ollas», dijo Castro, en el poder desde 1959.
«Dijimos que se iba a resolver el problema eléctrico, entonces les hablo de una olla a presión. Que levanten la mano aquellos a quienes les gusta la olla a presión», dijo Fidel, tras lo cual recibió una ovación por parte de las mujeres.
Castro dijo que Cuba, con sus nuevos aliados Venezuela y China, se está encaminando hacia «la invulnerabilidad económica», apuntalada por el sector turístico y una mejora en la industria del níquel y el cobalto.