
Son ya muchos los ayuntamientos de nuestra Comunidad que están preparando sus carnavales, con sus charangas, sus festejos, sus premios, sus festivales.
Algo que a todo el mundo debe parecer bien, siempre que en los gastos municipales haya cordura; es decir que estén en cabal relación entre la importancia de la celebración y el presupuesto destinado.
Digo esto porque en años anteriores se han repetido quejas de los vecinos de algún municipio que no vieron cumplidas sus reivindicaciones, de escaso coste, “porque no había dinero en las arcas municipales”; y esos vecinos se acordaron luego de lo que se gastó a manos abiertas en los carnavales. Y, claro, los vecinos también saben establecer prioridades se enfadan mucho si no les salen las cuentas. Seamos comedidos