Los municipios con poblaciones menores a 20.000 habitantes en los que existe un alto riesgo de incendios urbanos, industriales y forestales, sobre todo durante el verano, contarán con una dotación de bomberos capaz de prestar los servicios mínimos de primera intervención en la extinción de incendios y salvamento. Son, entre otros, El Saz del Jarama, Venturada, Berzosa de Lozoya, Guadalix de la Sierra, Hoyo de Manzanares, Guadarrama, Torrelodones y Miraflores de la Sierra, entre muchos otros.
Cada vehículo, del tipo bomba rural ligera, con tracción total y una potencia de 130 caballos, dispondrá de siete personas, elegidas por los ayuntamientos de cada municipio y que se integrarán como bomberos colaboradores. Las dotaciones incorporan una autobomba que proporciona agua en alta presión, con un caudal de 40 litros por minuto, así como tres carretes de mangueras con extensión de hasta 120 m.
El vicepresidente segundo y consejero de Justicia e Interior, Alfredo Prada, ha entregado las 30 autobombas ligeras a otros tantos municipios, durante un acto en la plaza Mayor. Las poblaciones que recibirán los vehículos de intervención rápida son:
El Vellón, Pezuela de las Torres, Berzosa del Lozoya, Fuente El Saz del Jarama, Venturada, Guadalix de la Sierra, Lozoya, El Atazar, Nuevo Baztán, Cadalso de los Vidrios, Paracuelos del Jarama, Sevilla La Nueva, Miraflores de la Sierra, La Hiruela, Torres de la Alameda, Valdemorillo, Guadarrama, Torrelodones, El Berrueco, Manzanares El Real, El Boalo-Cerceda-Mataelpino, Canencia, San Agustín de Guadalix, Becerril, Moralzarzal, Valdemaqueda, Bustarviejo, Hoyo de Manzanares y Garganta de Los Montes.
Esta iniciativa es de gran importancia ante la llegada del verano, una época en la que «por desgracia» se producen «muchos incendios». El Gobierno regional ha invertido 2,3 millones de euros en los vehículos, que han sido adquiridos con un contrato de arrendamiento que incluye tanto el alquiler del mismo como su mantenimiento y un seguro a todo riesgo.
La cabina de la autobomba puede acoger una dotación de cinco bomberos, y en la parte trasera dispone de un tanque de agua al que se le puede incorporar espumógenos, con capacidad para 300 litros, lo que le permite intervenir rápidamente ante incendios. Las condiciones dinámicas del vehículo también permiten un alto índice de penetración en terreno forestal y monte.
Los Bomberos de la Comunidad de Madrid han añadido a estos vehículos un equipamiento básico para la intervención contra incendios: dos tramos de manguera flexible, dos palas forestales, toma de boca de riego y llave, extintor de polvo de seis kilogramos, dos hachas-azadas, cuatro mochilas de extinción y una garrafa de espumógeno.